Las ventanas son los “ojos” de una casa. Enmarcan el paisaje de las cuatro estaciones, bloquean el ruido externo e influyen sutilmente en la temperatura y la humedad en el interior. Para la mayoría de las personas, la selección de ventanas durante las renovaciones a menudo cae en la trampa de "centrarse en la apariencia y comparar los precios", mientras pasa por alto su valor central como los "guardianes invisibles" de la casa. De hecho, los estándares para una buena ventana van mucho más allá de ser bonita: desde los materiales hasta el rendimiento, desde los escenarios hasta la durabilidad a largo plazo, cada detalle tiene un gran conocimiento.